El amoníaco líquido se utiliza principalmente para la producción de ácido nítrico, urea y otros fertilizantes químicos, y también puede utilizarse como materia prima para productos farmacéuticos y pesticidas.
1. En la industria de defensa nacional se utiliza para fabricar propulsores para cohetes y misiles.
2. Se utiliza como materia prima de amonificación para productos químicos orgánicos y también como refrigerante.
Los pares de electrones solitarios en las moléculas de NH3 tienden a formar enlaces de coordinación con otras moléculas o iones, generando diversas formas de complejos de amoníaco. Complejos como [Ag (NH3) 2]+, [Cu (NH3) 4] 2+, BF3 • NH3, etc. están todos coordinados con NH3.
3. El amoníaco líquido se calienta a 800-850 ℃ y, bajo la acción de catalizadores a base de níquel, el amoníaco se descompone para obtener una mezcla gaseosa de hidrógeno y nitrógeno que contiene 75% de H2 y 25% de N2. El gas obtenido por este método es un buen gas protector.
4. Puede aplicarse ampliamente en la industria de semiconductores, la industria metalúrgica, así como en otras industrias e investigaciones científicas que requieren atmósferas protectoras.
5. Utilizado en diversos materiales auxiliares químicos, fundición y otras industrias.
Notas:
El amoníaco tiene un efecto corrosivo e irritante sobre el tejido de la piel en contacto, que puede absorber agua del tejido de la piel, desnaturalizar las proteínas del tejido, saponificar la grasa del tejido y destruir la estructura de la membrana celular. El amoníaco tiene una solubilidad extremadamente alta, por lo que tiene efectos principalmente irritantes y corrosivos en el tracto respiratorio superior de animales o humanos. A menudo se absorbe en la piel, las membranas mucosas y la conjuntiva, lo que provoca irritación e inflamación. Puede paralizar los cilios respiratorios y dañar el tejido epitelial de la mucosa, lo que facilita la invasión de microorganismos patógenos y debilita la resistencia del cuerpo a las enfermedades. El amoníaco normalmente se inhala en el cuerpo humano en forma de gas. Después de ser inhalado hacia los pulmones, el amoníaco ingresa fácilmente al torrente sanguíneo a través de los alvéolos, se une a la hemoglobina e interrumpe la función de transporte de oxígeno. Una pequeña cantidad de amoníaco que ingresa a los alvéolos es neutralizada por dióxido de carbono, mientras que el resto se absorbe en el torrente sanguíneo. Una pequeña cantidad de amoníaco se puede excretar del cuerpo a través del sudor, la orina o la respiración. A corto plazo, la inhalación de una gran cantidad de amoníaco puede provocar lagrimeo, dolor de garganta, ronquera, tos, esputo con sangre, opresión en el pecho, dificultad para respirar, y puede ir acompañado de mareos, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, fatiga, etc. En algunos casos, pueden aparecer edema pulmonar, síndrome de dificultad respiratoria del adulto y síntomas de irritación respiratoria. Si se inhala demasiado amoníaco, provocando una alta concentración de amoníaco en la sangre, puede provocar un paro cardíaco y un paro respiratorio por el efecto reflejo de las terminaciones del nervio trigémino, poniendo en peligro la vida. La exposición prolongada al amoníaco puede causar síntomas como pigmentación de la piel o úlceras en los dedos en algunas personas. El gas amoniaco presente en el aire interior proviene principalmente de los aditivos para el hormigón utilizados en la construcción. Los aditivos contienen una gran cantidad de sustancias internas de amoníaco, que se reducen a gas amoníaco y se liberan en la pared debido a cambios en factores ambientales como la temperatura y la humedad.
Respuesta de emergencia:
Los efectos fisiológicos del amoníaco en el cuerpo humano. El amoníaco tiene un fuerte olor irritante y es muy tóxico para el cuerpo humano. La intoxicación crónica por amoníaco puede provocar enfermedades respiratorias como bronquitis crónica y enfisema, mientras que la intoxicación aguda por amoníaco se refleja en tos persistente y asfixia.
(1) Fuga menor.
Evacuar a todo el personal dentro del área. Evite la inhalación de vapores y el contacto con líquidos o gases. El personal que manipule deberá utilizar respiradores. Prohibir el ingreso a espacios confinados donde se pueda acumular amoníaco y reforzar la ventilación. Las fugas sólo se pueden bloquear garantizando la seguridad. El recipiente con fugas debe transferirse a un área segura y la válvula solo debe abrirse para aliviar la presión cuando se garantice la seguridad. Se pueden utilizar materiales absorbentes inertes, como arena y vermiculita, para recoger y adsorber los materiales filtrados. Las fugas recogidas deben colocarse en un recipiente sellado con las etiquetas correspondientes para su eliminación.
(2) Gran cantidad de fugas.
Evacuar a todo el personal desprotegido que se encuentre en el recinto y trasladarlo contra el viento. El personal de eliminación de fugas deberá usar ropa de protección química pesada y respiradores de aire completamente cerrados, y diluir el área de la fuga con un flujo de agua rociada después de tomar medidas de protección personal. Al diluirlo con una pistola de agua, el gas amoniaco presente en el lugar se disipa gradualmente y se utiliza una herramienta sin chispas para sellar el punto de fuga.
Informe al gobierno local, "119", departamentos locales de protección ambiental, departamentos de seguridad pública y policía de tránsito, y el contenido del informe debe incluir la unidad de accidentes; La hora, ubicación, nombre químico, cantidad de fuga y grado de peligro del accidente; ¿Hay alguna víctima y el nombre y número de teléfono de la persona que informa el incidente?
Prohibir el contacto o cruce de amoníaco líquido filtrado para evitar que la fuga entre en alcantarillas y canales de drenaje. Mejore la ventilación. Está prohibido fumar y hacer llamas abiertas en el local. Para garantizar la seguridad, es necesario tapar o voltear el recipiente con fugas para evitar que se escape amoníaco líquido. Rocíe agua para contener el vapor o cambiar la dirección del flujo de la nube de vapor, pero está prohibido impactar directamente con agua el amoníaco líquido filtrado o la fuente de fuga. Evite que las fugas entren en cuerpos de agua, alcantarillas, sótanos o espacios cerrados. Prohibir el ingreso a espacios confinados donde se pueda acumular amoníaco. Después de la limpieza, toda la ropa y el equipo de protección deben lavarse antes de almacenarlos y reutilizarlos.